Antes de comenzar, colocamos a precalentar el horno a una temperatura de 180ºC.

Picamos el limón a la mitad y exprimimos para obtener el zumo. Luego, lavamos y limpiamos muy bien la gallina con el zumo obtenido. Continuamos retirando el pellejo, abrimos un hoyo en el centro por la cabeza y la colocamos en una bandeja para hornear.

Ahora, colocamos la barra de margarina en una sartén y derretimos, para después untar la gallina con la margarina derretida.

Por otro lado, vertemos la pasta de tomate en una olla con un par de tazas de agua, mezclamos y vertemos dentro de la gallina.

Alistamos el resto de los ingredientes, por lo que pelamos y cortamos en pequeños cubos las papas, zanahorias y el pataste. Ubicamos la mitad de estas verduras dentro de la gallina, y la otra parte alrededor de la bandeja.

Asimismo, continuamos picando finamente el cilantro, perejil, dientes de ajo, cebollines y cebolla, para luego ubicar la mitad dentro de la gallina, y el resto en la bandeja.

Es momento de condimentar la preparación, adicionando sal al gusto, las pastillas de consomé de pollo y algunas especias de tu preferencia.

En este punto colocamos la carne molida en un recipiente, en conjunto con el maíz dulce, los guisantes y la mitad del vino blanco. Mezclamos bien e incorporamos dentro de la gallina.

Con la ayuda de una jeringa, tomamos el resto del vino y lo introducimos en la gallina.

Finalmente adicionamos las pasas, elevamos la temperatura del horno a 350ºC e introducimos la bandeja. Esto lo dejamos hornear durante 45 minutos o hasta notar que este bien dorado.

Retiramos del horno al cabo de este tiempo, dejamos enfriar y servimos.