Para iniciar vamos a necesitar un pelador, este nos ayudará a retirar la cáscara de la zanahoria. Luego, con la ayuda de un cuchillo retiramos la parte superior e inferior de la zanahoria.

Ahora, las cortamos por la mitad a lo largo y troceamos.

Colocamos los trozos de zanahoria en el vaso de la licuadora e incorporamos agua, ponemos a licuar durante un par de minutos hasta notar que los pedazos quedaron bien procesados.

Sobre un recipiente, colocamos un colador y vertemos el contenido de la licuadora, así el jugo quedará más limpio, reteniendo los trozos de pulpa sin procesar.

Adicionamos azúcar al gusto y la cantidad de agua faltante, mezclamos lentamente durante unos minutos con la ayuda de una cuchara de madera hasta que el azúcar se disuelva.

En este punto, añadimos la esencia de vainilla y una pizca de sal. Por otro lado, picamos el limón a la mitad y exprimimos para obtener su zumo, lo integramos a la mezcla.

Mezclamos por última vez y servimos