Antes de comenzar, debemos hacer un paso previo pelando la piña con mucho cuidado. Luego, retiramos el núcleo y conservamos únicamente las conchas.

Ahora, colocamos las conchas de la piña en una olla y adicionamos suficiente agua. Esto lo vamos a dejar reposar de un día para otro por toda una noche, almacenado en un lugar seguro.

A la mañana siguiente, colocamos las conchas de piña y agua de remojo en una olla y le adicionamos una pizca de sal. Llevamos la olla a la cocina a fuego bajo durante unos 10 minutos.

Luego de este tiempo, tomamos un recipiente de plástico o de vidrio y colocamos sobre el un colador, proseguimos vertiendo el contenido de la olla con mucho cuidado. Reservamos.

Es momento de agregar dos tazas de agua a la licuadora, en conjunto con el anís, pimienta dulce, nuez moscada, clavos de olor y la taza de arroz.

Licuamos por un par de minutos hasta notar que se hayan procesado bien todos los ingredientes.

Ya procesado, lo vertemos en el recipiente con la mezcla de piña. Mezclamos e incorporamos la cantidad de azúcar que creamos conveniente.

Mezclamos nuevamente y tapamos el recipiente muy bien.

Lo dejaremos en reposo por al menos unas 4 horas, ya sea dentro del refrigerador o a temperatura ambiente, todo dependerá de la forma en que desees tomarlo.

Finalmente, al cabo de este tiempo, servimos frío acompañado de unos cubos de hielo o a temperatura ambiente