Lavamos muy bien los plátanos y retiramos las cáscaras.
Luego, cortamos los plátanos en rodajas largas de aproximadamente unos 2 cm de grosor.
Ahora, llevamos una olla honda a la cocina a fuego bajo y adicionamos el azúcar.
Dejamos que se cocine sin mover hasta notar que haya tomado una tonalidad dorada suave.
Al obtener la consistencia adecuada, vamos a verter poco a poco 4 tazas de agua. Dejamos hervir durante unos minutos.
Después de unos minutos, adicionamos los plátanos troceados junto con una pizca de sal y las rajas de canela a la olla.
Dejamos hervir durante unos minutos más, siempre al pendiente de que azúcar y la miel no se consuman.
Al notar que los plátanos se encuentren en su punto ideal, los retiramos del fuego y dejamos enfriar durante unos minutos.
Finalmente, degustamos de esta maravilla