Lavamos con abundante agua los coyoles y luego los colocamos en una olla con suficiente agua.

Llevamos la olla con los coyoles a la cocina y dejamos cocinar durante aproximadamente 1 hora a fuego medio.

Al notar que la cáscara de los coyoles se ponga de tonalidad marrón, los retiramos del agua y colocamos en un colador para que se escurran.

Una vez los coyoles se enfríen un poco, procedemos a retirarles las cáscaras con la ayuda de una cuchara. Los ubicamos en un recipiente y reservamos.

Es momento de elaborar la miel, por lo cual agregamos un par de litros de agua en una olla junto con la rapadura de dulce, clavos de olor y las ramitas de canela.

Llevamos la olla a la cocina y dejamos cocinar a fuego medio hasta que la rapadura se haya diluido completamente.

Cuando la rapadura se haya vuelto miel, introducimos los coyoles en la olla y dejamos cocinar a fuego muy bajo durante 1 hora aproximadamente. Es importante remover cada cierto tiempo para evitar que la mezcla se pegue al fondo de la olla.

Al transcurso de este tiempo, verificamos que los coyoles estén tiernos y posean una tonalidad marrón oscura, de igual manera, la miel debe estar reducida y bien espesa. De ser así, retiramos del fuego y dejamos enfriar.

Colocamos el dulce de coyoles de miel en la nevera y cuando estén bien refrigerados podremos degustar