Iniciamos preparando las tortillas de maíz, agregamos la harina en un recipiente, una pizca de sal y vertimos 2 tazas de agua. Mezclamos hasta formar una masa.
Luego vamos agregando de a poco el agua restante mientras vamos amasando y así obtener la suavidad deseada.
Calentamos un comal, hacemos bolitas con la masa del tamaño de una pelota de tenis, aplastamos un poco en forma de tortillas, pero gruesas y las colocamos en el comal hasta que se doren por ambos lados. Cuando todas estén listas reservamos.
Colocamos la carne en una olla con suficiente agua, sal y pimienta al gusto, 2 dientes de ajo y dejamos cocinar tapado por 40 minutos o hasta que la carne se ablande.
Retiramos la carne de la olla y la cortamos finamente, la procesamos en la licuadora junto a la mitad de la cebolla.
Vertimos la carne en una sartén con la cucharada de aceite y sofreímos por 5 minutos, rectificamos la sazón si es necesario y reservamos.
Para la salsa, colocamos los tomates en una olla con agua y dejamos hervir por 10 minutos.
Seguidamente llevamos a la licuadora con media taza del agua donde se hirvieron, agregamos también el chile, la media cebolla y los ajos restantes previamente picados y procesamos hasta obtener una mezcla uniforme.
Vertimos la salsa en la sartén, añadimos el comino, el orégano, salpimentamos al gusto y dejamos cocinar a fuego bajo por 5 minutos o hasta que espese un poco y retiramos del fuego.
Tomamos las tortillas y las cortamos a la mitad y con la ayuda de los dedos estiramos un poco la masa desde el centro hacia los extremos para formar una especie de canasta, repetimos este proceso con todas las tortillas.
Cuando estén listas, agregamos una porción de carne en el centro de cada una y las llevamos a una sartén con suficiente aceite, dejamos que se doren por un minuto y retiramos.
Colocamos las tortillas en un plato, agregamos por encima un poco de la salsa preparada, queso al gusto, repollo y zanahoria. Solo nos queda deleitar nuestro paladar con estas ricas garnachas al mejor estilo hondureño.