Enjuagamos los frijoles y los dejamos remojando en un recipiente con agua por al menos 3 horas.
Escurrimos y volvemos a enjuagarlos, llevamos a la olla de presión, agregamos el litro y medio de agua, los 2 dientes de ajo, la media cebolla, el cuarto de chile, el culantro y dejamos cocinar por 35 minutos después que haya empezado a pitar la olla.
Pasado el tiempo, dejamos que la olla pierda la presión y destapamos a los 20 minutos.
Seguidamente vertimos los frijoles en una licuadora y procesamos en 2 tandas hasta obtener una mezcla bastante liquida.
Colocamos el aceite a una sartén bien caliente, sofreímos la cebolla y el chile picado por 1 minuto, agregamos el ajo machacado y dejamos que se sofría por 1 minuto más.
Vertimos de a poco los frijoles a la sartén, mezclamos, agregamos sal y pimienta al gusto y dejamos cocinar 10 minutos mientras removemos constantemente. Los frijoles deben quedar bastante espesos.
Rectificamos la sazón si es necesario y retiramos los frijoles fritos del fuego.
Ya podemos servir los frijoles fritos, agregamos por encima la cantidad de queso rallado deseado y podemos acompañarlos de las ricas tortillas de maíz