Tomamos los plátanos maduros y cortamos sus extremos, luego trazamos un corte a lo largo con la ayuda de un cuchillo y separamos la concha empujando desde el corte con la ayuda de nuestros dedos.
Colocamos los plátanos sin concha sobre una tabla de cortar y los cortamos transversalmente para realizar las tajadas de aproximadamente medio centímetro de grosor.
Ejecutamos el mismo procedimiento con el resto de los plátanos, hasta obtener todas las tajadas.
Llevamos una sartén a la cocina y vertemos suficiente aceite para freír las tajadas. Dejamos calentar por un par de minutos y cuando este bien caliente incorporamos las tajadas de plátano una por una.
Dejamos freír y luego les damos la vuelta para freír de ambos lados, retiramos las tajadas de plátano cuando tomen una tonalidad dorada.
Al sacar las tajadas de la sartén, las pasamos por papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Servimos caliente en un platillo con tortillas de maíz, mantequilla, huevos revueltos, queso fresco y frijoles refritos.