Iniciamos lavando y desvainando las pacayas. Reservamos.
Ahora, colocamos una olla con abundante agua en la cocina, en conjunto con las cucharadas de azúcar y sal al gusto.
Al notar que el agua comience a hervir, introducimos las pacayas y tapamos. Esto lo dejamos cocer durante 15 minutos aproximadamente.
Mientras tanto se cocinan las pacayas, partimos los huevos y separamos las claras de las yemas.
Con la ayuda de una batidora, batimos las claras hasta alcanzar el punto nieve. Al obtener la mezcla deseada, continuamos batiendo e incorporamos poco a poco las yemas.
Continuamos adicionando la harina y una pizca de sal, hasta mezclar bien. Reservamos.
Una vez las pacayas completen su tiempo de hervor, retiramos del fuego y escurrimos. Es momento de rebosarlas con la mezcla elaborada hasta cubrir completamente.
En este punto, colocamos una sartén a la cocina a fuego medio y vertemos suficiente aceite para freír. Cuando el aceite este bien caliente, sumergimos las pacayas.
Doramos de cada lado hasta notar que tomen una tonalidad bien dorada. Cuando estén bien doraditas, las retiramos de la sartén y pasamos por papel de cocina absorbente para retirar el exceso de aceite.
Finalmente, al terminar de freír todas, servimos inmediatamente para degustar.