Lavamos bien los patastes y los cortamos por la mitad.
Ahora los llevamos a una olla con suficiente agua para que se cocinen por 20 minutos.
Pasado el tiempo, y estén blandos, los retiramos de la olla y dejamos escurrir por 1 minuto.
Aun estando caliente, los tomamos con cuidado y sin dañar la cascara, sacamos el relleno de cada uno con la ayuda de una cuchara y lo agregamos en un recipiente. Colocamos las cascaras sobre una bandeja para hornear.
Encendemos el gratinador del horno.
Añadimos al recipiente 1 taza de queso rallado, la mantequilla, la crema, sal, pimienta y mezclamos con el relleno de los patastes.
En otro recipiente mezclamos el queso rallado restante con el pan.
Distribuimos el quesillo entre todos los patastes que colocamos en la bandeja, completamos el relleno con la mezcla anterior y agregamos un poco de pimienta, espolvoreamos por encima la mezcla de queso con pan.
Llevamos las chancletas de pataste al horno por 5 minutos para que se gratinen.
Retiramos la bandeja del horno y dejamos reposar un poco. Ya podemos servir este delicioso platillo típico.