Camarones al ajillo
Si te fascinan los mariscos y el delicioso sabor que le aporta el ajillo a las comidas, entonces los camarones al ajillo es la opción perfecta para ti, te aseguro que te hará chuparte los dedos.
No te pierdas de su semejante sabor y elabora este increíble platillo catracho que te dejará fascinado, con unos sencillos pasos e ingredientes que de seguro tienes a tu alcance fácilmente disfrutarás cada bocado como nunca antes.
Ingredientes para la receta de Camarones al ajillo
- 1 kilo de camarones
- 60 gramos de margarina
- 4 dientes de ajo
- 2 limones
- 1 cucharada de mantequilla crema
- 1 bote de salsa de ajo
- 1 manojo de cilantro
- Vino blanco
- Aceite de oliva
- Especias al gusto
- Sal y pimienta al gusto
Preparación
- Antes de iniciar la preparación, debemos pelar y picar finamente los dientes de ajo. Asimismo, troceamos el manojo de cilantro y reservamos.
- Por otro lado, picamos a la mitad los limones y exprimimos para obtener todo el zumo. Luego retiramos las semillas y reservamos.
- No olvidemos los camarones, debemos limpiarlos y lavarlos muy bien.
- Ahora sí comenzamos, llevamos una sartén a la cocina con un poco de aceite de oliva. Cuando se encuentre bien caliente, incorporamos los ajos troceados y sofreímos por un par de minutos.
- Continuamos añadiendo los camarones y cocinamos por 15 minutos aproximadamente.
- Es momento de adicionar la margarina y removemos para que se disuelva en la sartén a fuego bajo.
- Adicionamos el zumo de limón a la sartén, al igual que el vino blanco. Removemos constantemente para que no se nos peguen o quemen.
- En este punto sazonamos con sal y pimienta al gusto, además de las especias de nuestra preferencia.
- Al notar que los camarones ya están casi listos, incorporamos la mantequilla crema y el cilantro troceado.
- Finalmente, retiramos del fuego y dejamos enfriar antes de degustar.
Tips:
- Te recomendamos acompañar este delicioso platillo con una ensalada de vegetales, tostones de plátano, arroz u otro acompañante de tu preferencia.
- No olvides mantener el fuego siempre lento para que los camarones se cocinen mejor y adquieran con mayor intensidad el sabor del resto de los ingredientes.
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